Casa J & G

Esta casa moderna ubicada en el Baix Empordà se proyecta a partir de dos conceptos esenciales, la perfecta fusión de arquitectura tradicional y contemporánea, para adaptarse al tipo de construcciones características de la zona en la que se encuentra.

Destaca el uso del color terroso de la fachada y la cubierta a dos aguas, como elementos tradicionales, en armonía con el diseño del resto de componentes arquitectónicos de estilo contemporáneo.

La construcción de la vivienda se divide en el sótano, en el que se ubica el garaje, la planta baja, en la que se proyecta la zona de día, con el salón y el comedor a un lado y la cocina separada por un muro. En esta pieza se distribuye la nevera panelada, la columna de horno y microondas y zona de almacenaje, en gris oscuro, como elemento de contraste cromático con la gran isla de cocina, que comprende la zona de aguas y el área de cocción, en color blanco impoluto.

En la primera planta, a la que se accede a través de una escalera de hormigón, encontramos la zona de noche, con los dormitorios y los baños y una gran terraza con vistas al mar, al jardín posterior y la piscina.

El interiorismo escogido para este proyecto destaca por el uso de tonalidades y materiales de estilo mediterráneo y tradicional, colores claros y maderas naturales, también en tonos claros, tanto para el mobiliario y pavimentos, al que se le han incorporado elementos de carácter contemporáneo.

El porche de la vivienda ocupa el ancho del espacio destinado al salón, el comedor y la cocina, una gran superficie que permite crear dos ambientes diferenciados con zona de estar y comedor exterior.

Asimismo, este porche sirve como elemento de ordenación entre la vivienda y la piscina, creando así un espacio muy confortable y acogedor.

Para la jardinería, adaptada a la pendiente de la parcela, se utilizan materiales naturales de colores terrosos, en armonía con el paisaje autóctono, enfatizado por la conservación de algunos árboles característicos de la cuenca del mediterráneo, como los olivos, los pinos, las encinas o los limoneros, de modo que la globalidad del proyecto consigue fusionarse con el entorno natural de la zona del Baix Empordà.