Le Corbusier: el arquitecto universal

Foto: Villa Savoye
Arquitecto, diseñador industrial, ingeniero y hombre de letras revolucionario, nacido con el nombre de Charles Édouard Jeanneret-Gris en la pequeña ciudad suiza de La Chaux-de-Fonds, a los 29 años decidió autodenominarse con el nombre de Le Corbusier, seudónimo que adoptó como variación humorística del apellido de su bisabuela, Lecorbésier, como alegoría a la palabra cuervo, fue sin duda alguna, una de las figuras más destacadas de la arquitectura moderna, título que ostenta probablemente junto a Ludwing Mies van der Rohe, Frank Lloyd Wright y Oscar Niemeyer.
Desde La Chaux-de-Fonds, se trasladó a París para trabajar en el estudio de Auguste Perret, arquitecto pionero en la técnica de construcción en hormigón armado, con el que colaboró durante más de un año, para trasladarse posteriormente al estudio de Peter Behrens en Alemania, lugar en el que coincidió con Walter Gropius, arquitecto y diseñador alemán fundador de la Escuela de la Bauhaus, y Ludwing Mies van der Rohe, precursor de la arquitectura moderna y uno de los arquitectos y diseñadores más importantes de todos los tiempos.
Foto: Casa cultural Heidi Weber
Junto a ellos, Le Corbusier creó el conocido como Estilo Internacional, del que fue líder indiscutible admirado en su época y claro referente de varias generaciones de arquitectos, incluso en la actualidad, en pleno siglo XXI.
Polémico y revolucionario, su concepto de arquitectura resultaba ambicioso y exigente, rechazando los dictados de una tradición obsoleta, para proporcionar soluciones adaptadas a los nuevos tiempos, a la revolución industrial acontecida durante los primeros años del siglo XX, definiendo el hogar como “una máquina de habitar”.
Foto: Cassina
Afirmaba de forma contundente: “La casa es una máquina de vivir, baños, sol, agua caliente y fría, temperatura regulable a voluntad, conservación de los alimentos, higiene, belleza a través de proporciones convenientes. Un sillón es una máquina de sentarse… los lavabos son máquinas para lavar… El mundo de nuestro quehacer ha creado sus cosas: la ropa, la estilográfica, la cuchilla de afeitar, la máquina de escribir, el teléfono… la limusina, el barco de vapor y el avión. » Por conseguirlo, sería necesario desarrollar una nueva arquitectura, más racional y mejor adaptada.
Foto: Convento de la Tourette
Le Corbusier diseñó las bases de la nueva arquitectura a partir de cinco puntos esenciales: el uso de ‘pilotis’ (pilares) como elementos de sujeción para la planta baja, la libre conformación de las plantas, las ventanas longitudinales, fachadas libres y cubiertas planas ajardinadas, como claves indiscutibles desarrolladas y presentadas en un documento manuscrito fechado en 1926.
Foto: Capilla de Notre-Dame-du-Haut en Ronchamp
La mayoría de sus proyectos se consideran auténticas obras de arte, entre las que destacan el Pabellón del Esprit Nouveau en París (1925), la Villa Savoye proyectada en Poissy en 1928, la famosa Capilla de Notre-Dame-du-Haut en Ronchamp (Francia) -construida desde 1950 a 1955, en la que introdujo la proporción áurea-, la Casa cultural Heidi Weber en Suiza proyectada en 1963, la Capilla de San Pedro, Francia de 1960, el Convento de la Tourette, también en Francia, de 1953, Chandigarh de 1951 en la India y, por supuesto, las Casas Citrohän, el primer ensayo realmente relevante de Le Corbusier sobre una vivienda en serie, construidas con elementos estandarizados, en 1927 en Stuttgart, Alemania. Una lista prácticamente interminable y para muchos, indiscutible.
Foto: Le Modulor
Como teórico, propuso el sistema de medidas basado en las proporciones humanas, bautizado como “Le Modulor”, en 1948 y el posterior “Le Modulor 2”, en el que presenta su trabajo en la búsqueda de una relación matemática entre las medidas del hombre y la naturaleza, tal y como hicieron anteriormente Leonardo Da Vinci y Leon Battista Alberti, para que sirviesen de medida y referencia también en la arquitectura.
Foto: Cassina
No podemos olvidarnos de su faceta como diseñador industrial; entre sus obras de mobiliario, realizados en colaboración con Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand, destacan piezas como la chaise longue LC4, la silla LC1, presentada en 1928, los sofás LC2, LC3 y LC5, así como las sillas de comedor LC7, entre muchos diseños, de gran valor, confortabilidad, funcionalidad y diseño, producidos actualmente por la empresa italiana Cassina.
En Roibos Casas Proconstruidas la figura de Le Corbusier y su obra, se convierte en un referente imprescindible, para diseñar nuestras casas modernas de hormigón con proyectos arquitectónicos de esencia racionalista, en los que destacan los espacios claros y luminosos, las líneas depuradas y la eliminación de elementos superfluos excesivos, tal y como el gran arquitecto suizo, desarrolló durante su prolífica carrera profesional.
-ESTHER ALGARA-