Embajada de Austria en Jakarta Crédito imagen © Pos Architekten

Désolé, cet article est seulement disponible en Espagnol Européen. Pour le confort de l’utilisateur, le contenu est affiché ci-dessous dans une autre langue. Vous pouvez cliquer le lien pour changer de langue active.

Seguramente habrás oído hablar con cierta frecuencia de las casas pasivas en los últimos años, un nuevo concepto de construcción sostenible que contempla edificios de alta calidad, diseñados a partir de estándares de eficiencia energética, más saludables, cómodos y asequibles.

Aunque puede parecer una denominación muy actual, el concepto de vivienda pasiva nace en la década de los 90 de la mano de un grupo de arquitectos alemanes y suecos, como una nueva forma de construir, a partir de una serie de normas energéticas que pueden aplicarse a cualquier tipo de construcción.

Las casas pasivas emplean recursos de la arquitectura bioclimática en combinación con una eficiencia energética muy superior a la utilizada en la construcción tradicional. Son viviendas con un consumo energético excepcionalmente bajo, prácticamente nulo, que permite disfrutar de una temperatura ambiental confortable, sin la necesidad del uso de la calefacción o sistemas de refrigeración tradicionales.

Passive House Bruck in Changxing, in China Crédito imagen © Jan Siefke

Passive House Bruck in Changxing, en China, Crédito imagen © Jan Siefke

En esencia, las casas pasivas están diseñadas y construidas según los principios de estándar alemán Passivhaus, entre los que destacan las condiciones climáticas y geográficas del emplazamiento de la construcción, en función de la orientación más adecuada, unalto grado de aislamiento, sin puentes térmicos y la correcta estanqueidad de la edificación,mediante el uso de carpinterías de alta eficiencia energética.

 

¿Cuáles son las principales ventajas de las casas pasivas?

Este tipo de edificaciones aportan grandes beneficios a distintos niveles, por lo que se está provocando un creciente interés y un aumento de la demanda de construcciones de viviendas pasivas.

Entre los principales beneficios destaca el considerable ahorro energético, -en muchos casos se reduce totalmente-, un aumento de la calidad de vida de sus habitantes y ventajas relacionadas con la salud, como una mayor presencia de la luminosidad natural y el contacto directo con la luz solar, como principio esencial de vitalidad y bienestar. Y, por último, pero no por ello menos importante, una clara disminución del impacto medioambiental que proporcionará un entorno sin contaminación.

Skidmore-Passivhaus-by-In-Situ-Architecture-

Skidmore Passivhaus, Crédito Imagen In Situ Architecture

Tal y como indica el Instituto Passivhaus “una casa pasiva es más que un edificio de bajo consumo energético”:

-Las casas pasivas permiten un ahorro de energía relacionado con la calefacción y la refrigeración de hasta el 90% en comparación con la construcción tradicional y más del 75% en comparación con las edificaciones de obra nueva.

-El nivel de confort de las casas pasivas es altamente superior a las convencionales debido al uso de fuentes de energía internas, tanto por el calor solar que incide y se recoge en su interior como el calor corporal que desprenden sus habitantes, factores que disminuyen considerablemente la necesidad de utilizar calefacción tradicional.

-Escoger un aislamiento térmico de alto impacto permite reducir el consumo de energía hasta en un 30%, por lo que se convierte en un elemento clave en las viviendas pasivas, tanto en lo que se refiere a los muros exteriores correctamente aislados como en la cubierta, suelos y carpinterías que permiten preservar el calor en el interior, durante los meses más fríos del año y mantenerlo en el exterior en los más calurosos. En el caso de la arquitectura pasiva, el espesor del aislante térmico debería oscilar entre los 15 y 20 cm, según la zona en la que se construye y las condiciones climáticas específicas. Del mismo modo, escoger e instalar ventanas con altas prestaciones evitará gran parte de la pérdida de calor que se produce por deficiencias en este tipo de cerramientos, valorado entre el 25 y el 30% del consumo de calefacción.

-Al eliminar los puentes térmicos, -las juntas que se producen entre materiales de distintas características que provocan una rotura de la continuidad de la capa aislante y la pérdida del calor concentrado en el interior de una vivienda-, se consigue mantener la temperatura adecuada en el interior, sin pérdidas considerables. Para ello, será imprescindible diseñar un proyecto cuyas capas de aislamiento sean continuas para que permanezcan ininterrumpidas.

-El sistema de ventilación de las casas pasivas, correctamente diseñado mediante un recuperador de calor, permite suministrar aire fresco para disfrutar de una calidad de aire de alto nivel, que mejora las condiciones de salubridad interiores sin crear corrientes de aire excesivamente agresivas. Además, el uso de ventilaciones naturales cruzadas que evitan la necesidad de instalar sistemas de aire acondicionado reduce notablemente la aparición de alergias o jaquecas.

 

casas-modernas-de-hormigon-1

Crédito imagen Roibos Casa

 

Climatología y orientación en las casas pasivas

En la actualidad el certificado Passivhaus incluye también criterios especiales para cada tipo de clima. Mediante un estudio específico del clima y la orientación de la vivienda se podrá aprovechar al máximo la captación de radiación solar, durante los meses invernales y la afectación de las sombras para proteger y refrescar los distintos espacios durante los meses más calurosos. Para lograrlo será necesario proyectar la edificación de la fachada y la zona con más ventanales al sur (sur-sureste y sur-suroeste).

Por ello, en las edificaciones construidas en climas mediterráneos será necesario tener en cuenta la mayor incidencia del sol y las reducidas variaciones térmicas entre el día y la noche, especialmente en verano. Sin embargo, para evitar el sobrecalentamiento de la vivienda resultará imprescindible establecer un control más estricto de la incidencia solar.

Por otro lado, en climas fríos como los del centro y norte de Europa las casas pasivas cuentan con el hermetismo como elemento fundamental para evitar que se escape el calor que se genera en su interior. Esta temperatura de confort se mantiene gracias al sistema de ventilación mecánica con el que se consigue renovar el aire de forma eficiente.

Además de los aspectos mencionados, el tipo de arquitectura juega un papel fundamental en la construcción de las casas pasivas. Por norma general, este tipo de construcción añade un impacto mínimo en el paisaje, por lo que no resulta visualmente invasiva en el entorno.

Resulta imprescindible tener en cuenta que tal y como indica la directiva Europea 2010/31/EU, los edificios deben ser de consumo energético casi nulo (nZEB-nearly Zero Energy Buildings), desde el año 2018 para edificación pública y en 2020 para el resto de edificios de nueva construcción.

Desde Roibos, Casas ProConstruidas apostamos por este tipo de viviendas, enérgicamente más eficaces, confortables y respetuosas con el medio ambiente, una filosofía que nos permite diseñar viviendas de estilo contemporáneo, unifamiliares, ecológicas y personalizadas según los gustos y necesidades de cada cliente.

 

 

Imagen de portada: Embajada de Austria en Jakarta, Crédito imagen © Pos Architekten

 

-ESTHER ALGARA-